POLÉMICA: MIENTRAS EN OTRAS CIUDADES SE REGULA, AQUÍ SE PROHÍBE Y SE “CAZA” A QUIENES USAN APPS DE TRANSPORTE

Un vehículo particular fue secuestrado en nuestra ciudad por realizar transporte de pasajeros sin habilitación, en el marco de una ordenanza local que prohíbe expresamente el uso de plataformas como Uber o similares. El operativo fue llevado a cabo por personal de la Dirección de Transporte municipal, que actuó tras recibir denuncias de taxistas y remiseros que perciben estas alternativas como una amenaza directa a su fuente de ingresos.
El hecho ocurrió en la intersección de 9 de Julio y Rosales, y se activó tras identificar un auto que coincidía con una denuncia previa. Según explicó Valeria Arrazate, directora del área, el conductor alegó que trasladaba a su sobrina, pero la joven desmintió el vínculo familiar y confirmó que se trataba de un viaje pago.
A partir de este testimonio, se procedió a secuestrar el vehículo, convocar a una grúa y dar intervención al Tribunal de Faltas. “La mayoría de las veces, los supuestos familiares desmienten inmediatamente”, señaló la funcionaria, en alusión a esta estrategia recurrente entre quienes ofrecen este tipo de servicios.
Lo llamativo es que, mientras en muchas ciudades del país y del mundo este tipo de plataformas son reguladas y conviven con los sistemas tradicionales de transporte, en Puerto Madryn se optó por la vía prohibitiva. En lugar de debatir nuevas formas de movilidad urbana, la ciudad sigue saliendo a “cazar” autos particulares mediante operativos que incluso involucran a la Policía.
Desde el área municipal también advirtieron sobre los riesgos de utilizar estos servicios, que suelen promocionarse por redes sociales como Facebook e Instagram. Argumentan que los vehículos no cuentan con la documentación ni los seguros adecuados para transporte de pasajeros.
Sin embargo, la controversia persiste: mientras los usuarios siguen eligiendo estas alternativas por su accesibilidad y comodidad, y en otras jurisdicciones se legisla para integrarlas al sistema formal, en Puerto Madryn se mantienen medidas que parecen ir a contramano de una tendencia global.