OTRO INCENDIO. EL PELIGRO DE CALEFACCIONARSE CON ELECTRICIDAD
Un incendio de grandes proporciones se desató este viernes por la mañana en una vivienda de dos plantas ubicada sobre la calle Manuel Castro al 1200, en nuestra ciudad. Si bien en esta ocasión no hubo que lamentar víctimas, el siniestro dejó serios daños materiales y volvió a encender la alarma sobre una problemática que se repite cada invierno: la precariedad de los servicios básicos en determinados sectores de la ciudad, donde la necesidad obliga a recurrir a sistemas de calefacción inseguros.
El fuego, que comenzó pasadas las 8:30 de la mañana, fue rápidamente advertido por los vecinos, quienes dieron aviso a los Bomberos Voluntarios. Al arribar al lugar, los brigadistas constataron que la vivienda estaba siendo consumida por las llamas en su planta alta. Una mujer y sus dos hijas, que residían en el domicilio, lograron escapar ilesas antes de que el fuego se propagara.
La columna de humo era visible desde varias cuadras a la redonda, por lo que se requirió el apoyo de una segunda unidad para controlar el foco ígneo. Bajo las órdenes del comandante Do Paz, las tareas de extinción evitaron que el incendio alcanzara a viviendas linderas.
Aunque las causas aún son materia de investigación, todo apunta a un problema de calefacción, una situación que se ha vuelto habitual en esta época del año. El acceso limitado a servicios como el gas natural obliga a muchas familias a utilizar estufas eléctricas, garrafas o sistemas precarios, exponiéndolas a situaciones de altísimo riesgo.
Este hecho, que por fortuna no terminó en tragedia, ocurre apenas días después de otro incendio que sí tuvo consecuencias fatales, lo que subraya la necesidad urgente de abordar de manera estructural esta problemática. El invierno recién comienza, y con él, la sombra del peligro vuelve a cernirse sobre quienes más padecen la falta de infraestructura básica.
