Vecinos Madryn

opinión Todas las Noticias

FABRI S. ANONIMA

  • agosto 2, 2025
  • 3 min read
FABRI S. ANONIMA

Por años, Fabri S.A. fue sinónimo de crecimiento y expansión en nuestra ciudad. Bajo la conducción de la familia Cardini, la empresa constructora supo posicionarse como una de las más importantes de la región, con vínculos aceitados con el poder político de turno. No es un secreto que su desarrollo estuvo vinculado a los años del dasnevismo, cuando la obra pública era manejada por un círculo reducido de empresas amigas del poder.

La figura de Don Cardini fue, sin dudas, clave: un emprendedor con visión, pero también con la habilidad necesaria para insertarse en un esquema donde el acceso a los contratos dependía más de la cercanía política que de la competitividad empresarial. La alianza con el sastrismo reciclado pareció ser el paso siguiente lógico, sobre todo cuando se impulsó el megaproyecto del loteo de tierras de la Armada. Pero como ocurre con tantos proyectos atados a coyunturas políticas, la caída del peronismo en la provincia dejó todo en la nada.

El intento de diversificación de Fabri hacia los medios de comunicación replicó un modelo ya conocido: el de empresarios que creen que tener diarios, radios y canales de televisión es una vía directa al poder. Canal 9 de Comodoro Rivadavia, “El Diario de Madryn” y un paquete de emisoras radiales pasaron a formar parte del grupo. Pero esa expansión no trajo sustentabilidad. Los medios nunca fueron negocio, sino una herramienta para seguir en el juego político.

Hoy, el panorama es crítico. La empresa está en crisis, pero la peor parte no la pagan sus dueños ni sus ex socios políticos. La pagan los trabajadores.

Se habla de más de treinta despidos en las últimas semanas. La empresa los niega, dice que se trata de finalizaciones de obra. Pero lo cierto es que hay empleados que llevan meses sin cobrar, se deben aguinaldos, indemnizaciones, y la protesta de la UOCRA mantiene virtualmente paralizada la actividad.

En una ciudad como Puerto Madryn, donde el conflicto pesquero, que si bien aparentemente estaría resuelto, ya dejó un tendal de familias sin ingresos, y donde la obra pública se retrajo casi por completo, la caída de una empresa de este tamaño no es solo un problema empresarial. Es un drama social. Hay un número importante de trabajadores afectados: albañiles, operarios, administrativos, técnicos, personal jerárquico y empresas satélites. Muchos de ellos hoy están con lo justo, esperando una definición que, en el mejor de los casos, no los deje del todo a la intemperie.

La lección parece repetirse una y otra vez: cuando el poder cambia de manos, son los que menos tienen los que más pierden. Los dueños de la pelota se reacomodan. Los trabajadores, en cambio, quedan fuera del juego.

Detrás de cada “crisis empresarial” que se anuncia con eufemismos, hay nombres y rostros concretos: madres y padres que no saben si podrán pagar el alquiler, jóvenes que apenas empezaban a ganarse la vida, adultos mayores a punto de jubilarse con nada. Madryn necesita con urgencia políticas públicas que no dependan del humor de los gobiernos ni de las amistades de empresarios con poder. Necesita trabajo genuino, sustentable, descentralizado de la política. Porque una comunidad no se construye con favores cruzados, sino con empleo digno y presente.

Patricio O.

About Author

vecinosmadryn@gmail.com

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *