ALCOHOL AL VOLANTE, CONDUCTA TEMERARIA

A pesar de las multas severas, la irresponsabilidad al volante sigue poniendo vidas en riesgo. Un conductor fue detenido tras realizar maniobras peligrosas con 1,76 g/l de alcohol en sangre.
Nuestra ciudad vuelve a ser escenario de un hecho que refleja la preocupante falta de conciencia ciudadana y el desprecio por la vida propia y ajena. Esta vez, el protagonista fue un hombre de 35 años que, pese a las fuertes sanciones vigentes por conducir bajo los efectos del alcohol, se desplazaba a gran velocidad realizando maniobras temerarias en la zona sur de la ciudad.
El incidente tuvo lugar este jueves alrededor de las 7:30 de la mañana sobre Boulevard Brown, en inmediaciones de la conocida curva del Indio. Vecinos alertaron sobre los peligrosos movimientos de una camioneta Volkswagen Amarok, que derrapaba por la cinta asfáltica, poniendo en riesgo no solo al conductor, sino también a peatones y otros automovilistas.
Efectivos de la Comisaría Tercera acudieron de inmediato y lograron interceptar al vehículo. El hombre presentaba claros signos de ebriedad, por lo que se solicitó la presencia del personal de Tránsito Municipal. El test de alcoholemia confirmó lo evidente: 1,76 gramos por litro de alcohol en sangre, más de tres veces el límite legal permitido.
El rodado fue secuestrado y se labraron las infracciones correspondientes, pero el hecho deja en evidencia una realidad que se repite con alarmante frecuencia: la transgresión consciente y deliberada de las normas, aun sabiendo las consecuencias legales y humanas.
Este caso se suma al reciente robo a mano armada ocurrido en calle Williams y Magallanes, donde un delincuente armado sustrajo un maletín con una pistola Bersa y otros elementos personales, huyendo hacia el conflictivo barrio 630. En ambos episodios, el denominador común es la ausencia total de responsabilidad individual y el deterioro del tejido social que permite que estas conductas proliferen.
Puerto Madryn se enfrenta a una doble amenaza: la inseguridad urbana y la violencia vial, dos caras de una misma moneda que demandan una acción coordinada entre fuerzas de seguridad, justicia y comunidad. Mientras tanto, los Vecinos siguen siendo rehenes del descontrol y la imprudencia. ¿Cuántos hechos más deberán ocurrir para que se tome verdadera conciencia?