GRAVE IMPACTO ECONOMICO EN EL SECTOR PESQUERO

La empresa CONARPESA anunció la suspensión total de sus operaciones en la pesquería de langostino, una medida que tiene profundas implicancias para la economía regional. Fernando Álvarez Castellano, presidente de la compañía, explicó que la decisión se tomó debido a la insostenibilidad económica de la actividad, señalando que los costos superan ampliamente los ingresos. “Los números no cerraban por ningún lado”, expresó.
La paralización afecta directamente a los cuatro buques que permanecían activos, cada uno de ellos con una dotación considerable de trabajadores. Esto significa un golpe directo al empleo local y a las economías que dependen del sector pesquero, especialmente en un contexto donde la temporada en la zona norte del paralelo 41° apenas había comenzado hace menos de dos meses. La continuidad de las operaciones implicaba seguir acumulando pérdidas significativas, lo que ponía en riesgo la supervivencia misma de la empresa. “Así no se puede seguir, podríamos llegar a la quiebra”, advirtió Álvarez Castellano.
A la situación se suma un importante stock sin comercializar, de aproximadamente 2.700 toneladas de langostino, que agrava el panorama. Ante la falta de soluciones inmediatas, el titular de la empresa adelantó que no retomarán la actividad hasta, por lo menos, octubre o noviembre, cuando comience la temporada provincial.
Esta interrupción prolongada genera un fuerte impacto social: cientos de trabajadores quedan sin actividad, afectando directamente a sus familias y al tejido productivo de las comunidades costeras. La pesca del langostino representa uno de los motores económicos de la región, y su paralización repercute en toda la cadena de valor, desde la actividad portuaria hasta el comercio y los servicios vinculados.
Por otra parte, Álvarez Castellano remarcó la necesidad de revisar en profundidad el modelo de negocio de los buques fresqueros y llamó a los marineros a aceptar los acuerdos alcanzados en la última Cumbre de Barcelona, que incluyen una reducción del 30% en el valor de referencia para calcular los premios por producción.
Finalmente, en relación a la próxima prospección de langostino en aguas nacionales, prevista para el 25 de mayo, el empresario fue contundente: “Con esta realidad, ningún armador va a nominar sus barcos. No hay rentabilidad posible con los valores actuales”.